Una libreta abierta, con las páginas en blanco, con un lápiz al lado

Cómo poner nombre a tu negocio

Una vez alguien se decide a empezar un negocio propio, una de las primeras tareas a las que se enfrenta es la de encontrar un nombre adecuado. El nombre del negocio probablemente determinará el logo y el sitio web. Y si esto incluye abrir una tienda o alquilar una oficina, también se necesitará el nombre de negocio para rotular y crear embalajes, por poner un par de ejemplos.

Sin embargo, encontrar el nombre adecuado para el negocio no es fácil. El nombre debe ser fácil de recordar, fácil de escribir, fácil de decir y no debería estar demasiado alejado de los servicios/productos que ofrece. De hecho, un nombre demasiado ocurrente puede ser problemático. Por ejemplo, Marianne Cantwell, en la primera edición de su libro Be a Free Range Human, menciona el ejemplo de Jenny Jameson. Jenny inició un negocio para ayudar a las mujeres a dejar sus dietas y cambiar sus hábitos (y su vida). En un principio el negocio se llamaba Zero Gravity Life (que se traduciría como algo similar a La vida sin gravedad). El nombre es tan ingenioso (cuando no hay gravedad, tu peso es irrelevante) que necesitaba una explicación para que la gente lo entendiera. Después de esto, Jenny cambió el nombre de negocio a F*ck the Diets (algo así como A la mierda las dietas); éste ya no necesita explicación, ¿verdad?

El nombre adecuado para tu negocio

Portada de The Naming Book
Portada del libro The Naming Book, de Brad Flowers. Imagen de Amazon.

Cuando me enfrenté al problema de encontrar un nombre para mi negocio, empecé buscando en Google. Desgraciadamente, no encontré ningún consejo que me llevara a encontrar un nombre que funcionara y, como resultado, recurrí a una de mis principales fuentes de educación: los libros. Así es como encontré The Naming Book, de Brad Flowers. Decidí leerlo y lo utilicé para encontrar un nombre para mi negocio. Más adelante voy a hablar de mi propia experiencia con el proceso en más detalle, pero el resumen es que me encantó. Eso sí, tuve que hacer mucho trabajo.

En general, The Naming Book es más un libro de ejercicios que un libro para leer, ya que está lleno de ejercicios. El objetivo principal es generar tantos nombres para un negocio como sea posible, que después se filtran en diferentes etapas, para obtener el mejor nombre (o el que más se acerque). La premisa principal del libro es que, en general, la práctica lleva a la perfección (mis palabras) y, como resultado, es mucho más probable obtener un buen nombre si se generan muchos nombres distintos, en lugar de centrarse en generar un nombre único y perfecto desde el principio.

Como se puede ver, el libro está en inglés, y que yo sepa, a fecha de hoy no tiene traducción al español. Sin embargo, creo que para alguien con un nivel medio de inglés no debería ser demasiado difícil de seguir, y más si tenemos en cuenta que está lleno de ejercicios más que de teoría. Si, además, se compra la edición digital, aplicaciones como Kindle incluyen diccionarios de traducción, y pueden ayudar fácilmente a entender mejor su contenido.

El libro se estructura en capítulos, incluidos los cinco que corresponden a los pasos principales del proceso: Establecer criterios, lluvia de ideas, recopilar nombres, ampliar los conocimientos y escoger el nombre final.

Primer paso: Establecer criterios

El título lo dice todo. Si no se selecciona un conjunto de criterios que debe cumplir el nombre, será imposible determinar objetivamente si un nombre es adecuado para el negocio. De todas formas, hay que tener en cuenta que nombrar un negocio no es algo que se pueda hacer de manera 100% objetiva.

Algunos criterios que se deberían tener en cuenta son los siguientes:

Memorabilidad

Tener un nombre que sea fácil de recordar ayudará a los clientes potenciales a recordar el negocio. Algunos criterios que desempeñan un papel importante en la memorabilidad son: la familiaridad con el nombre de la empresa, la rima, las onomatopeyas o los juegos de palabras. Tener un nombre que esté alineado con lo que hace el negocio también ayuda.

Escritura y pronunciación

El nombre debe ser fácil de escribir y pronunciar. Un nombre que es difícil de escribir puede ser más único, pero puede ser una pesadilla a la hora de decirle el nombre a los clientes. En cuanto a decir el nombre en voz alta, si es difícil de pronunciar y la gente se siente cohibida, es más probable que no lo utilice.

Reglas no escritas

¿Qué tipos de nombres se utilizan en el sector? Por ejemplo, en el caso del diseño de sitios web, muchas empresas tienen el nombre del propietario, otras utilizan un patrón parecido al mío ( Nombre de algo + Estudio o Studio) y algunas incluyen palabras como diseño o web. Tener un nombre que esté alineado con lo que se hace en la industria puede hacerlo más memorable, pero por otra parte, se diluirá con el resto y no será tan distintivo.

Significado

También es posible jugar con el significado de las palabras. Éstas se pueden utilizar con su significado literal o bien utilizarlas en sentido figurado. Hay que tener en cuenta que las palabras también pueden tener un significado «asociativo», es decir, un significado adicional que han adquirido al estar vinculadas a otros conceptos.

Tono

Esto hace referencia a la sensación que transmite el negocio/marca. ¿Debería tener un toque informal? ¿O ser elegante? ¿Ser cercano, exclusivo o atemporal?

Singularidad

¿Cómo de inusual debería ser el nombre? Cuanto más inusual sea, más difícil será de recordar, pero al mismo tiempo, es menos probable que se confunda con el nombre de otras empresas o negocios.

Segundo paso: Lluvia de ideas (o brainstorming)

Dos mujeres mirando una pantalla de ordenador y debatiendo

Como su nombre indica, el segundo paso consiste en realizar una lluvia de ideas sobre palabras o frases relacionadas con el negocio. El punto de partida son descripciones o características del negocio y, a partir de ahí, el objetivo es generar palabras relacionadas. Hay que escribir lo que nos venga a la cabeza, aunque no exista una explicación lógica o evidente de por qué se nos ha ocurrido esa palabra o concepto.

Por ejemplo, la palabra arena nos lleva llevar a pensar en otras como playa, verano, agua , etc; pero quizás otra persona pensará en trabajo o construcción.

Es importante remarcar que no existe ningún filtrado en esta etapa. Si nunca has estado en una lluvia de ideas, debes saber que el objetivo es generar el máximo de ideas posibles, sin juzgarlas ni filtrarlas de ninguna manera.

Tercer paso: Recopilar nombres

Tomando apuntes en una libreta

Después de generar las palabras y frases del paso anterior, el siguiente objetivo es crear nombres para el negocio, utilizando estas palabras como punto de partida. Brad Flowers propone generar nombres teniendo en cuenta lo siguiente:

  • Palabras reales
  • Palabras en otros idiomas
  • Palabras compuestas
  • Frases
  • Palabras mezcladas
  • Palabras inventadas
  • Personas y topónimos

A partir de ahí, la idea sería generar palabras reales primero a partir de las palabras del ejercicio de lluvia de ideas, después generar palabras en otros idiomas, etc. El resultado será una lista con una gran variedad de nombres posibles. La mayoría serán malos, no pasa nada: en esta etapa no hay juicio ni filtro.

Cuarto paso: Ampliar el conocimiento

Carretera en el desierto que lleva hacia unas montañas al fondo

El cuarto paso es similar a los pasos 2 y 3, ya que su objetivo es ampliar la lista de posibles nombres. Sin embargo, a diferencia de los pasos anteriores, en este caso la ayuda es «externa». La idea es buscar nombres en enciclopedias, literatura e incluso mitologías para encontrar opciones que también puedan ser interesantes.

Quinto paso: Escoger el nombre final

Una carretera, con varias flechas pintades en el suelo, y el pie de una persona. La imagen muestra que la persona debe escoger uno de los caminos.

El objetivo aquí es decidir el nombre final por el negocio. Los principales criterios que se pueden seguir son los siguientes (basado en lo que se explica en el artículo «How to launch a new product», es decir, «Cómo lanzar un nuevo producto»):

  • El nombre debe ser sencillo, corto, fácil de pronunciar y escribir, y evitar asociaciones negativas
  • Debe ser legible
  • Debe sonar armonioso y claro
  • Debería ser fácil de recordar
  • Debe ser original, para evitar confusiones con otros negocios o productos

Aparte de seguir estos consejos, también deberían tenerse en cuenta los criterios que definidos en el primer paso.

Y después, ¿qué?

El libro no acaba después del quinto paso. De hecho, ofrece algunos consejos y estrategias sobre qué hacer si no se ha encontrado un nombre definitivo después de seguir el proceso, y después habla brevemente sobre temas como los derechos de autor y copyright, cómo establecer la percepción de la marca (lema, valores) y diferentes opciones a tener en cuenta a la hora de pasar del nombre al logo.

Cómo llegué al nombre «Dandelium Studio»

Un momento de idea luminosa lleva a nuevas ideas

Antes de leer el libro de Brad Flowers, tenía en mente un par de nombres para mi negocio. Cuando los comenté con algunos amigos y familiares, me aconsejaron que siguiera buscando. No creo que fueran nombres terribles, pero sí que eran mejorables.

Así que decidí buscar un libro que me ayudara. No recuerdo por qué elegí el libro de Brad y no otro, pero tenía buenas críticas, leí la muestra gratuita de Kindle y decidí que merecía la pena probarlo.

Todo el proceso llevó tiempo. Compré el libro el 18 de noviembre de 2021 y no encontré un nombre hasta el 31 de diciembre, e incluso entonces no estaba al 100% segura de mi elección. 

Aparte de los retos habituales a la hora de encontrar un nombre, en mi caso concreto quise buscar uno que funcionara en tres idiomas diferentes: catalán, castellano e inglés, ya que quería una web y un negocio trilingüe. El catalán y el castellano son lenguas románicas y, por tanto, muchos nombres tienen potencial para funcionar en las dos lenguas. Pero no necesariamente con el inglés. Otro reto fue encontrar un nombre cuyo dominio estuviera disponible, porque era importante para mí que el nombre del dominio fuera el mismo que el del negocio.

Después de seguir el proceso, terminé con algunos nombres que me gustaron, pero la mayoría eran palabras habituales y los dominios y cuentas de redes sociales correspondientes ya estaban cogidos. Uno de esos nombres fue Dandelion Studio. La palabra «studio» (estudio) me gustaba mucho porque sentía que me daba la libertad para evolucionar mi negocio hacia otras áreas en el futuro, si quería. Además de eso, aunque es una palabra inglesa, se asemeja mucho al equivalente castellano o catalán. Y además existe un dominio de primer nivel con la palabra (.studio). 

Diente de león blanca, con algunas de sus semillas volando por el viento

Por otra parte, dandelion (diente de león) es una flor que suele asociarse con deseos. La tradición dice que si soplas un diente de león blanco mientras deseas algo, el deseo se hará realidad. También me gustaba la idea de asociar mi nombre de negocio a la consecución de los objetivos de los clientes.

Entonces, como Dandelion Studio ya estaba cogido y no podía utilizarlo, decidí volver a aplicar una de las técnicas del libro, que era crear palabras inventadas a partir de las ya existentes. En este caso, pasé de dandelion a dandelium, creando una palabra latina inventada que creo que es relativamente fácil de recordar, pronunciar y que pienso que funciona en tres idiomas diferentes.

Conclusión

Estoy muy contenta de haber encontrado el libro de Brad y haber decidido hacer todos los ejercicios, aunque supusiera un esfuerzo importante. A veces era duro, y no recomendaría tratar de hacer los ejercicios durante mucho rato seguido, ya que puede llegar a ser frustrante y la creatividad puede resentirse. Mi consejo es realizar el trabajo, no tener prisa e ir descansando. Es importante recordar que en mi caso tardé un mes y medio en terminar los ejercicios; puede que se tarde más si se trabaja a tiempo completo en otro trabajo.

Captura de pantalla de la liberta usada para hacer los ejercicios de The Naming Book
Otra captura de pantalla de mi libreta. Como puede verse, tomé notas sobre la disponibilidad de nombres de dominio para algunos de los nombres que me gustaron.

Recomiendo sinceramente The Branding Book a cualquier persona que tenga problemas para encontrar nombre para su negocio o que quiera crear uno siguiendo un proceso que funciona. Sin embargo, hay que tener en cuenta que para hacer este trabajo hay que dedicar tiempo, esfuerzo y a veces puede ser difícil. No dudéis en pedir ayuda si la necesitáis. En mi caso, tuve que acudir a mi marido en uno de los ejercicios, puesto que no me salía nada. Sus sugerencias me ayudaron a seguir adelante con el proceso.

En cualquier caso, sin embargo, hay que tener en cuenta que a medida que los negocios crecen y evolucionan, existe la posibilidad de que se desee cambiar el nombre. Esto está bien y es normal. Por este motivo, aunque es bueno encontrar un nombre que funcione, no hay que intentar buscar la perfección absoluta: no existe. Lo que puede funcionar en un momento determinado, puede no funcionar más adelante.

Espero que esta publicación os haya dado algunas ideas para empezar a trabajar en el nombre de vuestro negocio y os haya ayudado a decidir si vale la pena comprar el libro. Recuerdad que esto es sólo un resumen y una reseña de su contenido; el libro en sí está lleno de consejos sobre cómo seguir los cinco pasos descritos anteriormente.

Y para aquellos de vosotros que ya tenéis un nombre de negocio, ¿habéis seguido algún proceso, consejo o libro en concreto para encontrar el nombre? ¿Hay algún consejo o estrategia que os gustaría compartir? ¡Lo podéis hacer en la sección de comentarios de más abajo!

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